Todas las noches el hada se sentaba en una pequeña roca que había cerca de un lago y bajo la luz de la luna se preguntaba, ¿Dónde está mi duende? ¿No debería de haber aparecido ya?
Confusa y con deseo de encontrar a su duende, el hada se adentró en la parte más oscura del bosque, pensando que quizás allí lo podría encontrar e ignorando todo lo que podía acontecerle.
Sus perdidos pasos hicieron despertar a todas las flores negras que extrañadas se preguntaban que hacia un hada tan hermosa y delicada en la oscuridad del bosque, pero el hada con su luz resplandeciente iba en busca de su duende. Y le encontró…. Corrió hacia él y le preguntó ¿eres tu mi duende?
El duende le pregunto que a quien buscaba y ella le contesto: al amor verdadero, al que compartirá mis noches y mis días… el duende la miro y le dijo: pequeña hada, está muy equivocada, este no es el camino que debes tomar.
El hada entonces asustada pregunto ¿debía de haber escogido el otro camino e ir hacia la parte iluminada del bosque?
El duende le contesto que no. Entonces ella ansiosa y con pequeñas lágrimas en sus ojos le pregunto, ¿Qué camino debía de haber tomado, otro fuera del bosque?
El duende le contesto que no.
yo quiero encontrar el amor y no sé cómo hacerlo, refunfuño el hada. Entonces el duende se inclinó hacia ella y le dijo en voz baja
tu amor verdadero no te está esperando al final de ningún camino, no debes buscarlo, pequeña hada. En el momento más inoportuno aparecerá y te llevara a la parte iluminada del bosque donde compartirá tus días y tus noches.
No busques mi hada, aparecerá solo.
El hada pregunto: entonces ¿vendrá a mí?
Y el sabio duende contesto: No, os encontrareis mutuamente.
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Desconocido